Elsa Punset nos cuenta cómo se pueden contagiar las emociones de quienes te rodean, es decir que se contagian como un virus.
Las emociones las potenciamos a través
de como descubrimos, como amamos, como odiamos, como nos relacionamos…
Las emociones están en la base de
nuestro comportamiento diario, así pues, las transmitimos inconscientemente y automáticamente.
A continuación nos cuenta que tenemos unas neuronas llamadas “neuronas espejo”.
Para no estar fuera del grupo, imitamos a los demás de forma consciente e
inconsciente, por ejemplo, copiamos las modas, los gestos, las ideas y la forma
de hablar de los demás.
Elsa Punset nos explica algunos ejemplos
sobre las neuronas espejo. A modo de ejemplo nos dice como los bebés de una
hora de vida, son capaces de imitar las emociones faciales.
Otra cuestión que nos pone en
cuenta es que imitarnos podría salvarnos, es decir, cuando algún peligro se acerca
a una bandada de pájaros, el primer pájaro que lo vea saldrá volando y los
otros lo seguirán sin pensar, la prueba es que el grupo nos da protección y
multiplica nuestras posibilidades de supervivencia.
Las emociones negativas pueden
ser útiles o perjudiciales, en el caso de la ira, de la tristeza y el miedo.
O sea, se ha comprobado que los
chats, los correos electrónicos contagian emociones, a pesar de la comunicación
no verbal.
También se ha comprobado que los
trabajadores contagian a los consumidores, y afectan a las vendas del producto,
o al servicio.
Finalmente nos cuenta como se
contagian las emociones positivas. Un experimento hecho con una cámara oculta,
como se contagia la risa. Dos actores logran contagiar a los pasajeros con su
risa.
En conclusión, tenemos que
exagerar los activadores del buen humor, como comer chocolate, salir con los
amigos, ir al cine, hacer deporte. O sea eliminar o limitar lo que nos
desgasta, como las luchas de poder o la crítica excesiva, céntrate en lo que
haces bien, rodéate de personas positivas,
no contaminemos a los demás.
¡Reparte sonrisas a todo el mundo!
A continuación nos cuenta que tenemos unas neuronas llamadas “neuronas espejo”.
Para no estar fuera del grupo, imitamos a los demás de forma consciente e inconsciente, por ejemplo, copiamos las modas, los gestos, las ideas y la forma de hablar de los demás.
¡Reparte sonrisas a todo el mundo!